El último análisis de la UE publicado en Octubre estima que la producción de cereales en la UE en 2023/24 alcanzará los 268,5 millones de toneladas, solo un 1% más que la campaña comercial anterior, a pesar de una ligera reducción de la superficie cultivada (-1% por debajo de 2022/23). La inferior producción claramente se vincula a las condiciones climáticas adversas en algunas regiones de la UE durante la primavera y el verano que afectaron negativamente a los cultivos. Las condiciones húmedas prolongadas durante el período de cosecha también afectaron negativamente la calidad de los cereales, y se espera que una mayor proporción de cereales solo sea apta para el consumo forrajero.
Se prevé un crecimiento del rendimiento de los cereales mayor de lo previsto (un 2% por encima de 2022/23), pero aún un 1,3% por debajo del promedio de cinco años. En 2023/24, se espera que la producción de trigo blando de la UE se mantenga estable (125,3 millones de toneladas), mientras que se prevé que la producción de maíz se recupere del nivel muy bajo cosechado el año pasado (+15% a 59,8 millones de toneladas).
Con respecto a la comercialización, el informe detalla que una producción interna estable y existencias iniciales relativamente altas podrían dar lugar a menores importaciones. Las soluciones logísticas mejoradas desarrolladas para facilitar que los cereales ucranianos lleguen a sus mercados tradicionales en África y Asia deberían dar lugar a menores exportaciones a la UE que la temporada pasada. Se esperan menores importaciones de trigo blando (-31%), cebada (-26%) y maíz (-23%), mientras que las importaciones de trigo duro (+30%) podrían aumentar debido a las menores existencias iniciales. Se espera que las exportaciones de cereales de la UE se mantengan estables, ligeramente por encima de la media de cinco años (+3,5%), respaldando la posición exportadora neta de la UE.
En definitiva, según la UE, no se espera que el uso de cereales en la UE cambie sustancialmente (+1% en comparación con 2022/23), manteniéndose por debajo de la media de cinco años (-1,4%). Se espera que el uso de cereales con fines industriales aumente ligeramente en comparación con 2022/23 (+3,8%). 12 millones de toneladas de cereales (un tercio del total de usos industriales, +12% respecto a 2022/23) podrían utilizarse para producir biocombustibles. Esto representa un regreso a los niveles anteriores a la guerra, ya que el precio de los cereales cayó significativamente desde su máximo en 2022, lo que ayudó a recuperar los márgenes de los produ ctores de etanol y de la bioeconomía en general.
Descargar documento publicado por la UE en el siguiente enlace.
LA UE PREVÉ UN CONSUMO ESTABLE DE CEREALES PARA LA CAMPAÑA 2023/2024 Y UNA PRODUCCIÓN MEJOR A LO ESPERADO INICIALMENTE.